La micología es la rama de la biología que se encarga del estudio de los hongos. Viene de
las palabras griegas: mykes = hongo y logos = discurso. Con la invención del microscopio
por Antonie van Leeuwenhoek, en el siglo XVII, comenzó el estudio sistemático de los
hongos. Sin embargo, el fundador de la micología fue Pier Antonio Micheli, quien en 1729
publicó Nova Plantarum, trabajo donde incluyó sus investigaciones sobre este grupo de
organismos.
La micología se enfoca en varios aspectos de los hongos, como su morfología,
clasificación taxonómica, reproducción, evolución y fisiología. También, investiga su
importancia en los ecosistemas, su relación con otros organismos y su aprovechamiento
actual y potencial por parte del ser humano.
Las aplicaciones de la micología son diversas y abarcan diferentes campos:
Alimentación: La micología tiene importancia en la industria alimentaria, ya que algunos
hongos son comestibles y se utilizan como ingredientes en la cocina. Además, el estudio
de los hongos también ayuda a identificar y controlar hongos tóxicos o patógenos que
pueden afectar los cultivos de hortalizas o en la crianza de animales destinados para
consumo humano.
Medicina: Muchos medicamentos y antibióticos, como la penicilina, se obtienen a partir de
hongos. Además, hay investigaciones que destacan el potencial para el desarrollo de
nuevos fármacos que puedan ser útiles en el tratamiento de diversas enfermedades, como
el cáncer, enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, respiratorias y depresión,
entre muchas otras más.
Ecología: La micología estudia la ecología de los hongos y su papel en el funcionamiento
de los ecosistemas. Los hongos desempeñan funciones como la descomposición de la
materia orgánica, la simbiosis con plantas y animales, y la formación de micorrizas, entre
otros procesos ecológicos.
Conservación: El estudio de los hongos también es importante para la conservación de la
biodiversidad. Muchas especies de hongos son endémicas o están en peligro de extinción,
por lo que su conocimiento y conservación son fundamentales para la preservación de los
ecosistemas en los que se encuentran. Si las poblaciones de hongos se vieran afectadas,
el equilibrio de los ecosistemas también, por lo que es necesario comprender las
complejas redes de interacciones que se dan entre hongos y diferentes grupos de seres
vivos para tener un manejo adecuado de los territorios y desarrollar estrategias de
conservación adecuadas.
Industria: Los hongos también tienen otras aplicaciones industriales además de la
industria alimentaria, como la producción de enzimas, la biorremediación de suelos
contaminados, tratamiento de aguas residuales, producción de bioplásticos y obtención de
materiales para construcción, entre otros.
Como se ha expuesto en los párrafos anteriores, los conocimientos que nos brinda la
micología son sumamente importantes para el bienestar general de los humanos, ya que
nos permite mejorar nuestra relación con el medio en el que nos desarrollamos, mejoran
nuestra calidad de vida y son inspiración para el continuo desarrollo de tecnologías que
van de la mano con el desarrollo sustentable.
Literatura consultada:
Estrada Salazar, G. I., & Ramírez Galeano, M. C. (2019). Micología general. Centro Editorial
Universidad Católica de Manizales. Colombia.
Velasco, J. (2020). Mapa de la micología: los ríos del conocimiento micológico y línea de tiempo.
Bol. Micol. FAMCAL 15: 77-92