Durante mucho tiempo se pensó que los hongos eran una forma extraña de plantas. Fue hasta 1969, cuando se propuso que los hongos debían tener su propio reino: Fungi.
El micelio es el verdadero hongo. El champiñón que conocemos, es el fruto del micelio. Una analogía es imaginar el micelio como un árbol subterráneo y la fructificación, representaría la manzana.
Los hongos tienen un papel fundamental en la naturaleza. Son los principales degradadores de materia orgánica, se asocian con una gran variedad de organismos, son controladores biológicos y causantes de enfermedades, son fuente de alimento para muchos organismos y poseen propiedades medicinales.
Los hongos son organismos bastante especiales, poseen moléculas que no se encuentran en ninguna otra parte de la naturaleza, lo cual los hace únicos en su potencial medicinal. Han sido utilizados desde hace 300 años ANE o posiblemente más, para mejorar el estado de salud general y como tratamiento de diversas enfermedades.
La lista de nutrientes que poseen los hongos es larga. Tienen un elevado contenido de micronutrientes y polisacáridos con actividad biológica.
Podemos encontrar hongos medicinales en muchas presentaciones… hongos o micelio en polvo, cápsulas, tintura o té... pero ¿cuál es la mejor forma de consumirlos?
Los adaptógenos son sustancias bilógicamente activas, presentes de forma natural en ciertas plantas y hongos, las cuales inducen un estado de incremento de resistencia no específica ante el estrés. Ayudan al cuerpo a regresar a la homeostasis, que es el estado de equilibrio del organismo.
Los glucanos son polisacáridos, es decir polímeros compuestos de unidades de glucosa. Los beta-glucanos de los hongos se han vuelto algo famosos, ya que son potenciadores del sistema inmune, cebando células inmunes, lo que hace que estén más preparadas cuando se tengan que enfrentar a algún patógeno, como virus y bacterias.
En la medicina tradicional china se ha usado para tratar enfermedades estomacales, mejorar la digestión y curar ulceras gástricas. Sin embargo, por lo que es más conocido hoy en día es por su potencial para mejorar la memoria, la cognición, aumentar el enfoque y la claridad mental.
De forma tradicional se ha usado este hongo para aumentar la fuerza y la energía física y mental, recuperando la energía perdida debido al estrés. Interesantemente, Cordyceps se ha usado como afrodisiaco por alrededor de dos mil años.
El hongo de la inmortalidad. Se ha usado medicinalmente por al menos cuatro milenos en la cultura oriental. Es el adaptógeno por excelencia, ayuda a disminuir el estrés, regula los niveles hormonales y al sistema inmune.
Es un hongo comestible muy valorado, en japonés significa hongo que baila, se dice que su nombre deriva de la felicidad que ocasionaba encontrar este hongo tan preciado. Diversos estudios han mostrado que tiene propiedades anti-inflamatorias, anti-tumorales, anti-obesidad y anti-diabéticas.
Es un hongo parasitario de árboles, crece sobre abedules, alisos u olmos, ubicados en los bosques boreales. Posee más de 200 compuestos medicinales de interés. Es una de las fuentes naturales con mayor contenido de antioxidantes, es una gran opción para evitar el envejecimiento prematuro.
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