Los hongos son organismos muy interesantes que generan una gran cantidad de inquietudes en la humanidad, lo que ha ocasionado también una enorme acumulación de mitos y leyendas, y es momento de hablar sobre ellas y de lo que es realidad.
Una de las dudas más frecuentes es cómo saber si un hongo es comestible o tóxico, y la respuesta es que no hay un rasgo como tal que nos lo indique, son un conjunto de características bastante diversas y complejas las que ayudan a distinguir los hongos comestibles de los tóxicos, por lo que la única manera sería reconocer la especie con total certeza. Comúnmente se habla de las recomendaciones caseras para saber si un hongo puede comerse, pero la mayoría de ellas son falsas o no se pueden aplicar a todas las especies. Por lo tanto, para saber si un hongo es realmente comestible es importante considerar la experiencia en el reconocimiento de las características morfológicas de las especies, es necesario preguntarle a un experto conocedor del tema (honguero y/o micólogo). No olvidar que no se debe salir a recolectar hongos si no se tiene la experiencia suficiente, jamás deben consumirse si hay dudas.
Otro de los mitos es la creencia de que los hongos tóxicos tienen colores muy llamativos, en algunos organismos animales los colores vistosos son indicadores, pero en los hongos esto no es así, ya que hay especies con tonos muy sobresalientes que son comestibles y especies tóxicas blanquecinas o con otras coloraciones que no son muy vistostosas.
Se cree también que hirviendo los hongos tóxicos y tirando el agua pueden consumirse, sin embargo, esto no funciona para todas las especies, ya que la mayoría de toxinas son termoestables (es decir, que no se descomponen con cambios de temperatura); solo es cierto para algunas especies, como las que se encuentran dentro del género Helvella, que tienen toxinas termolábiles (que se descomponen con cambios de temperatura).
Hay una gran cantidad de temores aún en la actualidad respecto a los hongos, lo que muchas veces ha debilitado la exploración de los mismos debido al rechazo de la sociedad, sin embargo, poco a poco y a partir de la difusión y divulgación científica se va esclareciendo la verdad y se van cultivando cada vez más los datos científicamente comprobados, así como los muchos beneficios que los hongos aportan al mundo y a nuestro cuerpo.
Referencias: Boa, E. 2005. Los hongos silvestres comestibles: perspectiva global de su uso y de importancia para la población. FAO.
