Los hongos son un alimento extraordinario, esto debido a su bajo índice calórico y de grasa, además de que contienen abundantes proteínas, quitina (compuesto natural con distintos beneficios para el ser humano), vitaminas y minerales, incluso aportan más proteínas que los vegetales en general, un ejemplo fundamentado de este hecho revolucionario es un estudio comparativo que se realizó en Pleurotus ostreatus, el cual posee un contenido de nitrógeno por arriba del 7%, mientras que en uno de los vegetales más consumidos, la papa, fue de 0.9%. Es importante mencionar que el nitrógeno desempeña un papel muy importante en nuestro cuerpo, ya que proporciona los materiales necesarios para el mantenimiento de todos los órganos y tejidos, además, participa en la formación de hormonas, enzimas y anticuerpos. El contenido de nitrógeno es muy relevante ya que es parte de la proteína contenida en el alimento, a pesar de que se encuentren variaciones entre las especies de hongos comestibles en cuestión. Además, recientemente se demostró la excelente composición de aminoácidos en los hongos comestibles, se encontró que cubren desde el 96% hasta el 110% de los requerimientos que la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera pertinentes.
Otro hecho impresionante es la fuente de minerales que poseen, en donde protagoniza el potasio y el magnesio. Por ejemplo, para el género Pleurotus se ha identificado el contenido de potasio con valores que van desde 2,185 hasta 3,444 mg/100 g peso seco, mientras que las espinacas aportan 530 mg por cada 100 g. Es importante mencionar que la OMS recomienda ingerir diariamente 3510 mg de potasio en adultos, ya que facilita el funcionamiento de las células, la conducción nerviosa y la contracción de los músculos.
La baja concentración de sodio y la alta cantidad de potasio en los hongos comestibles los convierte en un alimento ideal para personas hipertensas, por lo que el consumo de estos con una dieta rica en frutas y vegetales podría disminuir de forma notoria la presión sanguínea.
Referencias:
Pérez, B., Mayett, Y., & Martínez, D. (2010). Propiedades nutricionales y medicinales de los hongos comestibles. Saberes compartidos.(5).
