La bioluminiscencia es una de las maravillas más impresionantes de la naturaleza, cuando este hecho se muestra a partir de los hongos es aún más asombroso, ya que son seres magníficos y misteriosos, lo cual también ha ocasionado que la ciencia se interese más en descubrir todaslas interrogantes que los hongos esconden detrás y a pesar de que aún se conoce poco, el camino al entendimiento de estos increíbles hechos y organismos es muy interesante.
La bioluminiscencia en los hongos macroscópicos es estudiada desde la época de la antigua Grecia; Aristóteles describió este fenómeno como “Madera brillante” y “Fuego de Zorro” que más adelante Plinio identificó como hongos blancos que brillaban. Se tiene el registro de que en Micronesia se utilizaban estos hongos bioluminiscentes en danzas rituales para intimidar a los enemigos, pero fue hasta el siglo XIX que este impresionante hecho se estudió a fondo y se llegó a la conclusión de que era un proceso biológico.
La luminiscencia puede verse en el micelio (hongo verdadero) de algunas especies, como en el caso del género Mycena, sin embargo, también puede presentarse en los cuerpos fructíferos e incluso en ambos. Es importante mencionar que esta “luz” puede verse más tenue que en otros organismos, como las luciérnagas, pero aun así la luz emitida por el micelio y/o los cuerpos fructíferos es significativa; a pesar de ello muchas especies existentes de hongos bioluminiscentes no son fáciles de encontrar, ya que se requiere un enorme tiempo de observación y muchas veces los hongos son de tamaños muy pequeños y llegan a esconderse debajo de la madera u hojas, y puede que una de las razones por las que la cantidad de especies esté por debajo de las 100 sea justamente por el grado de dificultad de encontrarlas. No obstante, lo anterior no ha impedido que miles de científicos avancen en el reconocimiento de los secretos que presentan estos organismos, así que la investigación sigue y de nuevo la realidad supera a la ficción.
Referencias:
