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Hongos medicinales

Los hongos son organismos bastante especiales, poseen moléculas que no se encuentran en ninguna otra parte de la naturaleza, lo cual los hace únicos en su potencial medicinal. Han sido utilizados desde hace 300 años ANE o posiblemente más, para mejorar el estado de salud general y como tratamiento de diversas enfermedades en la medicina oriental, especialmente en China, Corea, Japón y Rusia. Sin mirar tan atrás, podemos observar que la penicilina, la cual es producto de un hongo microscópico llamado Penicillium, ha sido de los medicamentos que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad.

En los últimos años ha surgido un especial interés en la comunidad científica por el estudio de hongos medicinales como Melena de león y su actividad neuro-regeneradora.

Los hongos son adaptógenos, es decir, tienen la capacidad de aumentar la vitalidad y el bienestar general, ayudando al organismo a adaptarse a condiciones ambientales y personales que ocasionan estrés en los diversos sistemas. Una cualidad que destaca de los hongos medicinales, es que son inmuno-moduladores, es decir, son capaces de activar o suprimir el sistema inmune, dependiendo de los requerimientos de cada persona. Un sistema inmune demasiado activado se traduce inflamación, alergias y enfermedades autoinmunes, por el otro lado, un sistema inmune deprimido ocasiona que nos enfermemos a causa de cualquier microorganismo común. Por lo tanto, recuperar el equilibrio inmunológico es esencial.

Los hongos poseen infinidad de propiedades medicinales; aumentan la energía, son antitumorales, antioxidantes, antivirales, antiinflamatorios, mejoran el funcionamiento de todos los sistemas y promueven la concentración y la memoria.

Se estima que existen 1.5 a 5.1 millones de especies de hongos, de los cuales solo han sido descubiertas menos del 10%. Si hasta ahora se ha encontrado que alrededor de 200 especies de hongos inhiben el crecimiento de varios tumores, poseen potencial antimicrobiano y antioxidante, imagina todo lo que hay por descubrir.

Mientras más sabemos sobre el valor medicinal de los hongos, más queremos incluirlos en nuestra vida diaria.